Autor: J. G. Ballard
Sinopsis:
Mares, pantanos y lagunas cubren la mayor parte de la Tierra. El aumento
de la temperatura ha propiciado un clima tropical, de manera que la flora y la
fauna proliferan de forma extraordinaria y el mundo parece volver al Triásico.
Los pocos humanos deben desplazarse en embarcaciones y sobrevivir con los
escasos restos de la civilización que pueden encontrar en los pisos más altos
de los rascacielos ahora sumergidos. Viven continuamente amenazados por
animales, insectos y enfermedades, que ahora son difíciles de combatir. En este
mundo, Kerans intenta sobrevivir, aunque en muchas veces parece más el aliado
que el enemigo de una naturaleza que intenta eliminar al hombre. Sin embargo,
más allá de la aventura, el desarrollo psicológico de los personajes encuentra
su reflejo en imágenes maravillosas y sorprendentes, pues la lucha se plantea
también dentro de cada persona y entre ellas porque el infortunio común no es
obstáculo para seguir con envidias, rivalidades y egoísmos.
Al leer la sinopsis de esta novela, recordé la película Waterworld, protagonizada por Kevin Costner y Dennis Hopper, donde un grupo de personas sobrevive en un planeta completamente inundado debido al derretimiento de los casquetes polares. Aunque la película es entretenida, fue criticada por científicos que argumentaron que es imposible que la Tierra quede completamente sumergida. Esto sugiere que no se consultó a expertos sobre la precisión del guión. Sin embargo, adquirí la novela con cierta desconfianza y al empezar a leerla, me encontré con una trama totalmente diferente y mucho más realista.
La trama se centra en una catástrofe global causada por un cambio climático severo debido a las fluctuaciones en la radiación solar, que si bien funden los casquetes polares, no resultan en una Tierra completamente sumergida como la película de Costner sugiere. Esto hace que extensas áreas del planeta se tornen inhabitables, particularmente las zonas ecuatoriales y templadas. El autor describe un Londres anegado, con rascacielos emergiendo y la selva reclamando la ciudad. También ilustra cómo la población intenta sobrevivir en un entorno donde los animales han convertido estos edificios en sus hogares.
El protagonista, el biólogo Robert Kerans, forma parte de una expedición científica que se ve obligada a emigrar hacia el norte ante la previsión de que su actual ubicación pronto será insostenible para la vida humana. No obstante, hay quienes se oponen a la idea de abandonar el lugar.
Uno podría pensar que los científicos lucharían contra el caos generado, buscando restaurar el mundo a su estado previo, pero no es así. El autor propone una visión distinta a la de las historias post-apocalípticas habituales. Aunque se menciona que los científicos estudian la fauna y la flora, sus verdaderos objetivos no se explican claramente. No parece que intenten revertir las consecuencias del cambio climático ni restaurar el planeta a su estado anterior. En cambio, el protagonista, el Dr. Robert Kerans, experimenta sueños extraños que sugieren que su mente retrocede a un pasado biológico remoto de la humanidad. El autor subvierte la premisa típica de las novelas apocalípticas: en lugar de luchar contra la catástrofe, aquí se la acepta e incluso se la recibe con agrado. Todo concuerda con el estado mental del protagonista.
La novela, breve y de lectura ágil, resulta adictiva en ciertos pasajes y ofrece descripciones muy vívidas de ese universo sumergido. Fusiona con gran acierto elementos científicos y artísticos, generando un suspense impecable. El Londres sumergido evoca los encantados bosques de Max Ernst, con una prosa rica y elaborada, repleta de alusiones mitológicas y artísticas.
La obra no se adentra en profundidad en las teorías presentadas, ni desarrolla extensamente a los personajes. Se centra principalmente en explorar la psique humana ante condiciones extremas, formulando preguntas esenciales sobre nuestra existencia y conexión con el mundo natural. La trama gira en torno a la búsqueda del protagonista por una verdad psíquica. Tampoco aclara cómo el protagonista obtuvo su título de Biólogo, considerando que menciona haber nacido después de la catástrofe. La narrativa no enfatiza en la organización del resto de la humanidad, sino que se concentra exclusivamente en ellos.
Aunque es posible que no sea del agrado de todos, es una novela muy recomendable.
No tengo información de que haya sido adaptada al cine; existieron rumores en 2013, pero no hubo confirmaciones posteriores. Quizás, el fracaso de Waterworld disuadió a los productores, dado que las tramas son similares y a esta le falta algo de acción. La mayor parte de la historia se desarrolla después de la mitad de la novela. Pero si estoy convencido de que Costner tendría que haberse inspirado en esta obra para su película..
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