Autor: Patrick Graham
Sinopsis:
Aquí empieza el
fin, aquí acaba el principio. Aquí descansa el secreto del poder de Dios.
Malditos por el fuego sean los ojos que se posen en él. Tras la pista de un
evangelio satánico, una agente del FBI y un exorcista se toparán cara a cara
con las fuerzas del Mal. Norte de Italia, siglo XIV: una monja se condena a una
muerte horrible para ocultar un texto maldito que procede de las sombras de la
historia. Siglos más tarde, una agente del FBI y un sacerdote exorcista se
lanzan a una angustiosa aventura en la que desafían a la muerte y a la
personificación misma del Mal. Su objetivo: hallar un escrito, desaparecido en
la época medieval, cuyo contenido podría hacer que el mundo quedara a merced de
los adoradores del diablo
Las novelas y películas de terror que incorporan elementos religiosos, especialmente de la Iglesia Católica, a menudo generan controversia, pero también resultan muy atractivas. El lanzamiento de "El Código Da Vinci" provocó muchas reacciones críticas, sin embargo, no afectó su éxito rotundo. Observo una situación similar aquí, con las mismas controversias pero sin igual atención mediática. No es que no la merezca, sino que posiblemente no alcanzó el mismo nivel de éxito que la obra de Dan Brown.
El libro arranca con un ritmo trepidante, en la Edad Media. Una hermana de clausura llega a un monasterio, mostrando señales de haber sido torturada, y lleva consigo un libro enigmático junto con una calavera. La Madre Superiora, al entrar en contacto con la calavera, experimenta una visión de un individuo crucificado con rasgos que denotan abjuración divina, introduciendo así la controversia. Un ser maligno asesina a todas las monjas, y la Madre Superiora opta por emparedarse en los muros del monasterio con el libro y la calavera.
Con esta potente introducción, la narrativa nos lleva al presente, donde se desarrolla la mayor parte de la trama, aunque se realizarán numerosos viajes al pasado. La novela destaca por su riqueza en personajes e historia. Según lo que he leído, el autor es un historiador de religiones, lo cual se refleja en la obra. Describe con gran detalle el movimiento del Vaticano, los monasterios antiguos, las costumbres de las monjas de aquel tiempo y también de los inquisidores.
La novela mezcla elementos de terror, misterio y suspenso, y está estructurada en capítulos breves que facilitan una lectura dinámica. Resulta sumamente atrapante y es difícil dejarla de lado. Presenta numerosas escenas de terror intensamente descriptivas con posesiones, asesinatos rituales y sorprendentes giros argumentales. El autor ha logrado construir una atmósfera cargada de tensión, repleta de suspenso y acción.
Presenta ciertos aspectos negativos, como la falta de un antagonista claro. Por un lado, está Caleb “El viajero”, un demonio que podría haber sido un gran adversario, pero que el autor no explota adecuadamente, apareciendo solo al inicio y al final y el culto no se dedica a perseguirlos, los descuida totalmente y solo piensa en su objetivo que es destruir a la iglesia. Muchos personajes poseídos aparecen para intentar detenerlos y luego se desvanecen sin mención posterior. El desarrollo de los personajes es inexistente; aparecen sin mas en la historia sin profundizar nada sobre ellos, excepto por breves pinceladas de la protagonista, Mary, quien revela un pasado traumático que la lleva a una vida disoluta. Parece que el autor optó por no profundizar para mantener el ritmo de la narrativa, aunque esto dificulta la conexión y empatía con los personajes. Además, el desenlace me resultó algo precipitado y demasiado sencillo.
Es una novela altamente recomendada para los aficionados al género, que colmará las expectativas de los más incondicionales. Sin embargo, lo más importante para disfrutarla plenamente es abordarla como lo que realmente es: una obra de ficción.
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